Donnerstag, 25. November 2010

Perro pachón


Querido lector:

Son las 21.05. Vuelvo a disculparme porque otra vez he vuelto a tardar mucho en publicar, y tampoco es plan de que a la paginilla le crezcan telas de aranya.

Resulta que hace poco tiempo me criticaron porque supuestamente soy un vago. No es broma. La persona en cuestión me dijo: "Eres un perro!". Y se quedó tan pancha la persona esa. Como si yo, andando a 4 patas y dándole la patita a quien me cae bien, hiciese danyo a alguien.
Por qué qué otra opción me queda? En serio, hay muchos por ahí que no me dejan ser un perro. Estar a mi aire y andar por la calle.

Además, voy a muchos sitios por la noche y sabéis lo que veo? Perras. Pero un montón. Y esas son las que me llaman vago. Irónico, verdad? Y sino me lo dicen perras, me lo dicen las más sofisticadas, que son las gatitas. Esas se meten en los garitos maullando a veces tan alto que el resto de gente se entera de que ellas lo que quieren esa noche es leche. Porque eso es lo que les gusta a las gatitas, no? La leche! Y amigos míos, que han estado con gatitas, me cuentan que por la zona inferior del cuerpo huelen a pescadilla! Está claro, todo el día comiendo pescado, no queda otra! Pero las peores son unas de mi misma familia, la de los cánidos. Son las zorras, que como te pillen te meten en su madriguera y te dejan hecho... pues eso, unos zorros.

Además, cuando voy a la facultad está lleno de lobos. Es un abuso. Y algunos de ellos, además de darte zarpazos y pavonearse de sus músculos, se unen en manada y van en busca de borregos a los que tener bajo control. Ya sabéis lo que dicen de los borregos, que son "mu" tontos. Pero lo más chungo de los lobos es que no dan la cara. Para que los borregos no se enteren, los lobos se meten bajo la piel de cordero, así los borregos no saben que son unos capullos como una casa y los saludan con los brazos abiertos. Y algunas de las borregas, con las patas abiertas...
Una vez me uní por curiosidad a esos lobos y nos fuimos de fiesta. Yo soy un perro pachón, y claro, como no tengo tanta energía no aguanto tanto. Pero ellos sí que aguantan un montón. Y sabéis por qué? Porque ellos suelen venir de sitios fríos, donde hay mucha nieve. Y aunque estén lejos de casa, siempre llevan un poco de nieve y se la restriegan por los hocicos para recobrar esa energía que normalmente tienen en sus hogares. Y entonces se ponen agresivos. Reganyan los dientes y aullan :"Uuuh, vamos en busca de conejitos!". Se meten en las discotecas a cazar conejitos! Así lo hacen, tío, no es broma.

Yo sólo os digo que no me parece del todo mal ser un perro pachón. Con la de perras, gatitas, zorras y lobos que hay ahí fuera lo mejor para mí es ser lo que soy, un perro pachón. Y aunque me llames Golfo, ten claro que algún día habrá una Reina por ahí y nos iremos a comer espaguetis hasta que nos salgan por las orejas. Sé lo que me vais a decir, que esta vida a veces es muy perra y que el mundo está lleno de hijos de perra... Pero así es, la vida es un hueso duro de roer.

Guau guau,

Guaullermo



1 Kommentar: