Querido lector:
Son las 22.23. He vuelto al blog. Pasé este blog a amigos, conocidos y familia y recibí opiniones de toda clase. Algunos me dijeron que mola, otros que debería depurarlo más y otros que parezco un cocainómano cuando escribo esto. Y hay comprender y respetar todo.
Este blog surgió a través de lo que surgen la mayoría de los proyectos: las ganas de hacer algo. Suena tonto, pero es así. Hubo un momento en mi vida en el que yo me pregunté si algunas ideas que tengo sólo las debía verbalizar o también las debía escribir para ver si otros están de acuerdo o en desacuerdo conmigo. Como bien sabemos, para gustos los colores. Todo empezó así: resulta que un día un colega me ensenyó el blog de un amigo suyo. En ese blog su amigo publicaba reflexiones, poemillas o vídeos. Y yo pensé: "Pues sí que podría estar bien esto". Así que me senté al ordenador y abrí mi cuenta de Blogger para también yo poder publicar para la gente lo que se me pasaba por la cabeza. Y así surgió mi primer textillo que trataba el tema de la masturbación masculina en edad pubertaria.
En el fondo sé que muchos escribimos, y no en un blog o para que lo lea la gente, como hago yo ocasionalmente. Me refiero a sentarse en una silla o tumbarse en la cama y ponerse a transcribir lo que se nos pasa por el colodrillo. Más de uno me comentó después de leer esto: "Eh, tío, pues yo también un día me puse con el cuaderno a escribir mis movidas y estuvo bastante bien."
Me alegro de eso, porque en la sociedad en que vivimos (sé que es el típico topicazo) no nos damos mucho la oportunidad a nosotros mismos para dedicarnos un ratillo. Hay tantas cosas interactivas que nos atrapamos, o nos distraemos tanto que al final tenemos el cerebro tan frito que no tenemos ni ganas de seguir pensando lo que se nos paseaba por la mente. Un buen ejemplo es el medio a través del cual publicó: internet. Internet es tan grande que hay mucho que explorar, mucho que descubrir, pero en múltiples algo muy importante que perder, el tiempo.
Por eso, no confies mucho en el blog. He estado mirando a más gente que publica y a veces el contenido es un tanto dudoso. Yo, por ejemplo, os quiero aclarar que es mi punto de vista. En el caso de que lo leáis es para que podáis comprender un poco por qué actúo como actúo, o por qué digo lo que digo. Pero lo que no me gusta o lo que no apruebo son esas personas que se meten en un blog para llenarlo de basura. Si se escribe en un blog pienso que hay que mantenerlo siempre a nivel personal. No ponerse a predicar ideales de un par de progresistas que van de comunistas mientras se compran pantalones de Carrharrt y gafas Ray Ban. Sinceramente, si escribes en un blog diciendo que bebes café de comercio justo o le donas 6 euros a la semana a Greenpeace a mí me la trae floja, flojísima. Al igual que los que se ponen una foto que han modificado con colores sepia en su perfil y que aparecen con el pelo despeinado, una rebeca masculina y sonrisa traviesa, pero sexy. Esto puede sonar a que os estoy contando rollos que se me han ocurrido durante ralladas de amarillo, pero es lo que pienso también sobriamente.
La conclusión de este texto no es más que la defensa de uno mismo. No de la individualidad. A lo que me refiero con esto es que en el ámbito cultural se ha puesto mucho de moda parecer una persona casual, relajada, liberal,"individual", mientras a mucha verdaderamente buena gente se les tilda de gilipollas, incultos y gente pasada de moda. Este texto se lo dedico a las feministas que van medio desnudas por el mundo reivindicando sus derechos de mujer, a los "gafa-pasta" que hablan de política en cafeterías chic, a los universitarios con humor inteligente, a los que alquilan locales para fumar porros y escuchar música "chill-out" y a muchos más de la fauna humana. Yo aún le abro las puertas a las chicas.
Un saludo,
Guillermo